Este mes, hemos leído un libro muy interesante, "El pequeño dictador" de Javier Urra.
EX DEFENSOR DEL MENOR DE LA COMUNIDAD DE MADRID
Javier Urra: «Al 'pequeño dictador' hay que atajarlo recién nacido»
El experto denuncia que en la sociedad actual muchos padres «no están capacitados» para educar a sus hijos
Javier Urra habla claro, sin pelos en la lengua. Una forma de comunicarse que ha convertido a este psicólogo forense (Estella, 50 años) en toda una institución en materia de educación infantil. Fue el primer Defensor del Menor en España al desempeñar esa figura para la Comunidad de Madrid, trabaja en la Fiscalía de Menores y ha escrito varios libros. 'El pequeño dictador' se ha convertido en su obra más célebre con 180.000 ejemplares vendidos. El experto navarro charló ayer sobre el reto de educar a los hijos en las XXI Jornadas Pedagógicas de Barakaldo.
-¿De verdad estamos creando tiranos en miniatura?
-La juventud en general trabaja, estudia, practica deporte, es solidaria... En conjunto es una buena juventud, pero está formada en un déficit muy grave que es el lenguaje: gran parte de los jóvenes leen poco, hablan mal y escriben peor. No me refiero al lenguaje expresivo, sino cómo piensan, elaboran y cambian el pensamiento.
-Algún secreto habrá para educar en la cultura del respeto...
-Bueno... Un niño tiene que saber, por ejemplo, que existe la muerte. También es fundamental saber reírse de uno mismo, saber manejarse en un conflicto o la duda. El niño tiene que ir además a visitar a su abuela que tiene Alzheimer o al hospital a ver niños enfermos y saber qué es el esfuerzo. Ese es el antídoto para acabar con la violencia de género, porque hay que recordar que si un hijo pega a su madre, es muy probable que luego haga lo propio con su pareja.
-La situación en las aulas tampoco es mucho mejor.
-El profesor se siente desvalido, sin métodos, sin medios...
-¿Vaya papeleta!
-Al que yo llamo 'pequeño dictador' hay que atajarlo recién nacido. A un niño no se le puede decir sí a todo, hay que saber sancionarlo de manera coherente, no pegar. En España además debemos llevar mejor las separaciones. No se puede generar, como ocurre, el síndrome de la alienación parental, que se caracteriza porque al menos uno de los progenitores manipula al hijo para que odie al otro.
-Dijo una vez que «hay adolescentes capaces de matar por un día de fama».
-Hay chavales que son delincuentes porque hacen lo que creen que les demanda el grupo. Pasa lo mismo con el 'bullying' -acoso escolar-. Un niño se debe a sus amigos y ahí está la raíz del problema. Deben saber decir que no a ciertas cosas.
-¿Ocurre lo mismo con el fenómeno del botellón?
-El botellón es un lugar de encuentro, pero está mal abordado. El problema no es que genere molestias, sino que beben alcohol. Y el alcohol es el origen de muchos casos de violencia. Lo mismo pasa con muchos embarazos no deseados o los accidentes de tráfico.
-¿Apoya la asignatura de Educación parala Ciudadanía ?
-Es una buena asignatura, porque los padres tenemos derecho a educar a los niños, pero no todos están capacitados. Si dieran un carné por puntos por ser padre, muchos los habrían perdido todos.
Hombres «en retroceso»
-Luego está el comentado problema de las bandas latinas.
-El problema de las bandas latinas surge por la falta del padre, que está en su país o trabajando durante todo el día aquí. Ante el 'no padre', se apoyan en el grupo.
-'Mujer creciente, hombre menguante'. ¿Vaya nombre para su último libro!
-La historia es simple. Hay hombres que colaboran con la mujer, van al colegio o al pediatra. Otros son 'light', no ponen normas a los hijos. Y luego tenemos un varón 'missing', desaparecido en combate. Creo que el hombre en general está en retroceso y lleva un cartel que dice más o menos: 'Disculpen las molestias, estoy en obras'.
-¿De verdad estamos creando tiranos en miniatura?
-La juventud en general trabaja, estudia, practica deporte, es solidaria... En conjunto es una buena juventud, pero está formada en un déficit muy grave que es el lenguaje: gran parte de los jóvenes leen poco, hablan mal y escriben peor. No me refiero al lenguaje expresivo, sino cómo piensan, elaboran y cambian el pensamiento.
-Algún secreto habrá para educar en la cultura del respeto...
-Bueno... Un niño tiene que saber, por ejemplo, que existe la muerte. También es fundamental saber reírse de uno mismo, saber manejarse en un conflicto o la duda. El niño tiene que ir además a visitar a su abuela que tiene Alzheimer o al hospital a ver niños enfermos y saber qué es el esfuerzo. Ese es el antídoto para acabar con la violencia de género, porque hay que recordar que si un hijo pega a su madre, es muy probable que luego haga lo propio con su pareja.
-La situación en las aulas tampoco es mucho mejor.
-El profesor se siente desvalido, sin métodos, sin medios...
-¿Vaya papeleta!
-Al que yo llamo 'pequeño dictador' hay que atajarlo recién nacido. A un niño no se le puede decir sí a todo, hay que saber sancionarlo de manera coherente, no pegar. En España además debemos llevar mejor las separaciones. No se puede generar, como ocurre, el síndrome de la alienación parental, que se caracteriza porque al menos uno de los progenitores manipula al hijo para que odie al otro.
-Dijo una vez que «hay adolescentes capaces de matar por un día de fama».
-Hay chavales que son delincuentes porque hacen lo que creen que les demanda el grupo. Pasa lo mismo con el 'bullying' -acoso escolar-. Un niño se debe a sus amigos y ahí está la raíz del problema. Deben saber decir que no a ciertas cosas.
-¿Ocurre lo mismo con el fenómeno del botellón?
-El botellón es un lugar de encuentro, pero está mal abordado. El problema no es que genere molestias, sino que beben alcohol. Y el alcohol es el origen de muchos casos de violencia. Lo mismo pasa con muchos embarazos no deseados o los accidentes de tráfico.
-¿Apoya la asignatura de Educación para
-Es una buena asignatura, porque los padres tenemos derecho a educar a los niños, pero no todos están capacitados. Si dieran un carné por puntos por ser padre, muchos los habrían perdido todos.
Hombres «en retroceso»
-Luego está el comentado problema de las bandas latinas.
-El problema de las bandas latinas surge por la falta del padre, que está en su país o trabajando durante todo el día aquí. Ante el 'no padre', se apoyan en el grupo.
-'Mujer creciente, hombre menguante'. ¿Vaya nombre para su último libro!
-La historia es simple. Hay hombres que colaboran con la mujer, van al colegio o al pediatra. Otros son 'light', no ponen normas a los hijos. Y luego tenemos un varón 'missing', desaparecido en combate. Creo que el hombre en general está en retroceso y lleva un cartel que dice más o menos: 'Disculpen las molestias, estoy en obras'.
SINOPSIS:
No sólo en el trabajo o la escuela encontramos ejemplos de "mobbing" o "bullying", sino también en el ámbito del hogar. En la actualidad existen muchos más casos de hijos acosadores de los que cabe imaginar. Niños consentidos, sin conciencia de los límites, que organizan la vida familiar, dan órdenes a sus padres y chantajean a todo aquel que intenta frenarlos; jóvenes que engañan, ridiculizan a sus mayores y a veces roban; adolescentes agresivos que desarrollan conductas violentas. En definitiva, hijos desafiantes que terminan imponiendo su propia ley.
Este libro necesario de Javier Urra, psicólogo forense, primer Defensor del Menor en España y autor de "Escuela práctica para padres" -también publicado por esta editorial-, está pensado para todos los padres que son víctimas de estos pequeños o no tan pequeños tiranos, y para quienes desean prevenir situaciones extremas, muchas veces fomentadas por nuestra misma realidad social. Para ello es preciso educar en el respeto y el afecto, transmitir valores, hablar con nuestros hijos y escucharles, e intentar acrecentar su capacidad de diferir las gratificaciones y tolerar las frustraciones. En otras palabras, apoyar la labor educativa en los tres pilares básicos: autoridad, competencia y confianza.
Este libro necesario de Javier Urra, psicólogo forense, primer Defensor del Menor en España y autor de "Escuela práctica para padres" -también publicado por esta editorial-, está pensado para todos los padres que son víctimas de estos pequeños o no tan pequeños tiranos, y para quienes desean prevenir situaciones extremas, muchas veces fomentadas por nuestra misma realidad social. Para ello es preciso educar en el respeto y el afecto, transmitir valores, hablar con nuestros hijos y escucharles, e intentar acrecentar su capacidad de diferir las gratificaciones y tolerar las frustraciones. En otras palabras, apoyar la labor educativa en los tres pilares básicos: autoridad, competencia y confianza.
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